Verónica, de 30 años, se quitó la vida el pasado fin de semana después de que un vídeo de contenido sexual, protagonizado por ella, y grabado hace cinco años, se compartiera entre sus compañeros de trabajo, en una fábrica de camiones IVECO.
Según fuentes, la mujer sufrió una fuerte crisis de ansiedad al enterarse de que las imágenes, que llevaban una semana circulando por la empresa, habían llegado a su marido (a pesar de que el video se grabó cuando aún no estaba casada). Esta mujer, trabajadora y madre de dos niños, intentó hablar con el departamento de Recursos Humanos de la empresa, aunque sin intención de interponer denuncia, según han explicado dos miembros de CGT en Espejo Público. Desde el mismo sindicato han pedido «que no se especule con lo acontecido hasta que se aclaren todas las circunstancias», así como respeto a la intimidad y privacidad de la fallecida.
La Policía Nacional se encuentra investigando si la difusión del vídeo entre los trabajadores de la fábrica, que tiene 2.500 empleados, constituye un delito contra la intimidad de la mujer.