Es un trastorno neurobiológico que hace su aparición, principalmente, durante la infancia implicando un déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad.
Las personas que sufren este trastorno son incapaces de mantenerse quietos y concentrados, les cuesta mantener la atención y pueden presentar una conducta desadaptativa.
En trastorno hace más probable la aparición de retrasos psicomotores, dificultades en la escritura y la lectura y trastornos de lenguaje. A todo esto habría que sumarle un déficit en la gestión emocional y en sus habilidades sociales que dificultan las relaciones con sus iguales. En muchas ocasiones todos estos síntomas son confundidos por los adultos y atribuidos a una falta de interés.
En cuanto a las cifras, se calcula que alrededor del 5% de menores de la Unión Europea padecen TDAH, manteniéndose el trastorno en la edad adulta en el 50% de los casos.
¿Cuál es su origen y duración?
El TDAH tiene un origen multifactorial, siendo una confluencia de factores biológicos, psicosociales y ambientales.
Este trastorno es una enfermedad crónica, que aparece en la infancia y cuyos síntomas pueden continuar durante la adolescencia y la edad adulta. Es importante señalar que los síntomas del trastorno irán modificándose a lo largo de la vida, haciéndose menos intensos durante la edad adulta. En adultos se produce una reducción significativa de la hiperactividad respecto a la falta de atención.
Tratamiento para reducir sus efectos en menores
Para un correcto abordaje del TDAH es necesario que se realice desde un enfoque multidisciplinar e integral. Existen varios medicamentos que pueden ayudar a minimizar los síntomas y que resultan recomendables en muchos casos.
Pese a que los medicamentos reduzcan los síntomas, es necesario el abordaje psicológico tanto con el menor como con sus padres. Esta terapia es fundamental para trabajar a nivel cognitivo, conductual, ejecutivo y emocional con el menor y los padres, ayudándoles a comprender lo que le ocurre a su hijo y dotándoles de estrategias para afrontar las situaciones problemáticas que pudieran surgir.
La terapia psicológica también debe hacerse desde un enfoque integral haciendo participes a padres, hermanos, profesores y al propio menor.
El tratamiento en adultos
Del mismo modo que en la infancia, el tratamiento para adultos con TDAH se basa en medicación y terapia psicológica adaptada al paciente. En la edad adulta es importante continuar con el tratamiento y la terapia, ya que se siguen necesitando estrategias para aprender a gestionar el tiempo, mejorar la organización, controlar la impulsividad y las emociones, etc.
El TDAH en adultos suele generar problemas sobre todo en las relaciones sociales y en el ámbito laboral, donde las personas que sufren el trastorno pueden ser vistas como distraídas, vagas o poco organizadas. Una vez se inicia la terapia suelen aliviarse al conseguir entender que les ocurría y al ver los avances de la misma.
Juan José Moreno Arias, psicólogo experto en TDAH. www.jmapsicologos.es