El pasado jueves 22 de abril, tuvo lugar en Santana Art un acto en torno a Toda la carne y el infinito, libro del polifacético Antonino Nieto Rodríguez. El poeta verinense ha querido traer a colación la obra, publicada en 2016 por Editorial Líneas paralelas, a causa de las reflexiones que contiene en torno a temas que él había anticipado y que están sobre el tapete a raíz de la pandemia: transhumanismo, control social, enajenación…
Ya en una entrevista realizada por Sindo Martínez y publicada en La voz de Galicia en 2018, Antonino aseveraba:
“La poesía debería tener un papel cardinal en la sociedad actual. Su papel es desentrañar la realidad y presentarla desnuda. El ser humano actual no ve lo que tiene delante. (…) Los propios ciudadanos son verdugos de sí mismos: piden normas que lo encarcelan cada vez más. Y creemos que es por nuestro bien”.
La doctora Pilar Úcar Ventura, quien acaba de publicar una edición crítica de la obra de Antonino Nieto que es objeto de estudio en la Universidad Pontificia de Comillas, afirma que su obra mueve conciencias y que conduce a hacerse preguntas, a cuestionarse la existencia.
En efecto: en tono acusador, investido del dramatismo que le confiere su larga trayectoria como actor, Antonino levantó la voz para poner en evidencia cómo somos cómplices de un sistema que invade nuestra intimidad y nos controla con nuestra propia anuencia.
Gallego de nacimiento, Antonino Nieto es poeta, videoartista y creador de espectáculos. Colaborador habitual en diferentes programas de radio y revistas culturales, ha publicado numerosos poemarios (Dibujas ausentes, La voz del escorpión, Un fantasma perfecto, Escaleras del aire, El ojo del abismo toma de la mano el arco iris y En el infinito no hay refugio), así como ha antologado diversas obras, entre las que destacan las publicadas cada año en torno al día de San Valentín.
El ambiente en torno a Antonino no pudo ser más cordial, bajo los auspicios del venezolano Miguel Ángel Santana, quien fungió de anfitrión con la gentileza que lo caracteriza en su calidad de propietario de la galería, que va cobrando cada vez mayor reconocimiento entre el público español.