Fuente: Redacción Cibeles
En 1983, con tan solo 19 años, Juan José Giménez Mediavilla vivió, como voluntario de Cruz Roja, tres sucesos que le marcaron para siempre. El 27 de noviembre asistió al accidente del avión de Avianca que se estrelló en Mejorada del Campo; apenas 10 días más tarde, el 7 de diciembre, tuvo lugar una colisión entre dos aviones en el aeropuerto de Barajas, y el 17 de diciembre se produjo el incendio de la discoteca Alcalá 20.
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha acogido recientemente el II Congreso Internacional sobre Ciudad, Seguridad y Terrorismo Global, organizado por el International Security Observatory, un grupo de reflexión dedicado al análisis del contexto internacional sobre la paz, la seguridad y la defensa.
Juanjo G. Mediavilla, actualmente responsable de la Unidad de Procedimientos Especiales y Catástrofes de SAMUR- Protección Civil, fue una de las personas invitadas a este congreso. Enfermero y biólogo, lleva trabajando 25 años en el Ayuntamiento de Madrid, y suma un total de 36 ligado a diferentes servicios de emergencias.
- Juanjo, suponemos que tiene que dejar huella haber vivido tres sucesos tan graves, en los que hubo decenas de muertos en todos ellos, y siendo usted tan joven.
- Sin duda. Yo siempre digo que tengo la suerte profesional y la desgracia humana de haber vivido estos tres sucesos, tan dramáticos y además con tan pocos días de diferencia. Fueron 30 días absolutamente intensos, desbordantes tanto a nivel laboral como emocional. Recuerdo que no me había dado tiempo a quitar de mi retina las imágenes tan terribles que vi y ya estaba inmerso en otro siniestro. Creo que me afectó especialmente el de la discoteca Alcalá 20, porque hubo decenas de víctimas y eran muy jóvenes, yo tenía menos de 20 años y sé que me afectó muchísimo.
- Pero aun así no cambió de idea y orientó su vida hacia las emergencias.
- Bueno, antes de entrar al Ayuntamiento yo ejercía como profesor de instituto, y me gustaba la docencia, pero me gustaban más las emergencias. Siempre supe que acabaría trabajando en algo relacionado con ello. Y así fue.
- Juan José, ha ocupado diversos cargos en SAMUR-Protección Civil y ahora es el responsable del DEPAS, que quizá es uno de los departamentos menos conocidos por la ciudadanía ¿Qué es exactamente y cuál es su función?
- Pues lo cierto es que tiene un nombre un poco feo (sonríe), porque en realidad significa Dispositivo Especial de Preventivos de Actos Antisociales, y claro, no siempre tienen por qué ser antisociales. Digamos que esta división, dentro del SAMUR-Protección Civil nació por la necesidad que veíamos de tener que diseñar preventivos para actos muy multitudinarios, con grandes aglomeraciones de personas. El personal sanitario normalmente trabaja en sitios seguros, pero hay momentos en que no se trabaja con seguridad, por ejemplo en una manifestación multitudinaria, como la del Orgullo, o una maratón. Son eventos donde no hay violencia, es más, la gente es colaborativa, amable, pero claro, cuando hay tantas personas y hay una emergencia sanitaria, hay que saber moverse para llegar hasta el paciente. Y además de que es dificultoso conseguirlo, hay que hacerlo en el menor tiempo posible.
- Dice que este tipo de eventos no son violentos ¿hay otros que sí lo son?
- Claro. Hay preventivos de muchos tipos y unos son de más riesgo que otros. A veces el riesgo viene por el número de personas, pero otras veces, como por ejemplo el encuentro de un partido de fútbol, viene por la rivalidad de los equipos. O un acto reivindicativo en el que se esperan partidarios de uno u otro sector. Son actos donde quizá tengamos que intervenir porque debido a estos actos violentos surgen personas heridas y ahí es cuando interviene este grupo especial, que además ha sido formado específicamente para ello.
- ¿Son muy frecuentes las intervenciones?
- Claro, muchísimo. En 2018 por ejemplo participamos en casi 1.800 preventivos. No solo nos activamos en actos organizados por el Ayuntamiento de Madrid, sino que recibimos muchas peticiones de Delegación de Gobierno, Oficinas de Vía Pública, actos de diversas organizaciones y entidades…
- ¿Cuántas personas integran el DEPAS y qué tipo de formación reciben?
- Es un cuerpo formado por voluntarios y actualmente hay algo más de 100 personas, con un porcentaje muy equilibrado de hombres y mujeres, y que ya llevan un tiempo en el servicio y tienen cierta experiencia. Desde SAMUR-Protección Civil les ofrecemos formación sanitaria, pero también reciben cursos por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Por ejemplo, tanto Policía Municipal de Madrid como el Cuerpo Nacional de Policía les dan cursos para que conozcan su estructura y cómo actúar en eventos de aglomeraciones, o un militar del Ejército les explica cómo actuar frente a un tiroteo, algo que afortunadamente en la ciudad de Madrid no es muy frecuente. También trabajamos en muchas ocasiones con los compañeros de Barcelona, en formación, en congresos. Ellos lamentablemente sí han vivido de cerca el terrorismo. Nos tenemos que ayudar, y aprender unos de otros, para saber cómo actuar llegado el momento. Por eso también muchas veces nos desplazamos a lugares, tanto aquí en España como en el extranjero, a ofrecer formación a otras personas. Es muy enriquecedor.
- Se nota que vive con pasión su trabajo, a pesar de las situaciones terribles que vive con bastante frecuencia.
- Bueno, es que aunque veo situaciones muy duras, estas tienen al mismo tiempo una parte humana muy gratificante. En general en las intervenciones la gente colabora mucho. Cuando hay una situación en la que se producen heridos, sean manifestantes, o hinchas de un equipo de fútbol… todo el mundo lo pone fácil y nos ayuda. Nos sentimos apoyados, saben que les vamos a atender y sentimos que reconocen nuestra labor. Tengo la suerte de levantarme cada mañana pensando que tengo un trabajo que me gusta. Sentir que puedo ayudar es algo importante para mí, es algo que me hace feliz.