El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes, pero a la vez de las más desconocidas. Sin embargo, se calcula que el 80% de la población la ha padecido alguna vez.
Se trata de un virus que generalmente no produce efectos a nivel general, sin embargo, el 42% de las mujeres que se ven infectadas por virus de alto riesgo (VPH 16 y 18 principalmente) teniendo lesiones de bajo grado (citología anormal), no consiguen curarse de manera espontánea en 2 años. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de un tratamiento no invasivo, ya que pueden derivar en gran medida en desarrollo de cáncer de cuello de útero, una patología que se estima afecta anualmente a unas 2.500 mujeres solo en España.
A pesar de que la prevalencia es tan elevada, lo cierto es que existe un gran desconocimiento por parte del público general sobre el VPH, y es esta situación la que provoca que su contagio se lleve a cabo. Sus causas son prevenibles y, sin embargo, la mayoría de las personas no las ponen en práctica.
Para conseguir una mayor prevención sobre el VPH será esencial que la población conozca y asimile bien tanto su origen como repercusiones. Sólo así será posible un control real de su contagio.
En este escenario, el Dr. Andrés Carlos López Diaz, jefe de servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Quirón de Málaga ha querido arrojar luz sobre las circunstancias en las que se contagia y desarrolla el VPH para evitar falsos mitos y convertir este tema tabú en un asunto realmente significativo para el conjunto de la población:
· Vacunación. En primer lugar es necesaria una estrategia preventiva contra el VPH, por eso desde hace algunos años se incluye esta vacuna en la cartilla de vacunación de las niñas, ya que está demostrado que es eficaz en la prevención de casi el 100% de las infecciones procedentes de los tipos 16 y 18 de VPH, los mayores responsables de cáncer de cuello uterino. Aunque cada vez más, se aboga por incluir también a los varones debido a las posibilidades de contagio, así como a la aparición de verrugas y el aumento de los casos de cáncer de ano y orofaringe.
· No es sólo cuestión de mujeres. Se suele hacer mayor prevención entre las mujeres debido a que el cáncer de cuello de útero es uno de los que más fallecimientos causan entre la población femenina joven, sin embargo, los hombres también deben tomar precauciones y acudir a un especialista en el caso de que observen verrugas o alguna coloración diferente en pene y ano. Y es que al tratarse de una ETS (enfermedad de transmisión sexual), ambos sexos pueden sufrir contagio.
· Síntomas en la zona genital. Se cree erróneamente que el síntoma del VPH es picor en la zona genital. Sin embargo, esta suposición es incorrecta, ya que este virus generalmente es asintomático, aunque puede manifestarse en forma de verrugas en la zona genital externa. Además, en cuanto al cuello uterino, la única manera de descubrir si se porta es a través de revisiones específicas.
· Revisiones periódicas. Al hilo de la afirmación anterior, las revisiones ginecológicas y citologías son la principal medida preventiva entre las mujeres, ya que es el mecanismo para descubrir de manera prematura si existe una infección, y cuál es el tratamiento para paliarla. Sin embargo, muchas mujeres evitan estos chequeos por pereza o pudor, aumentando el riesgo y como resultado, los efectos a largo plazo.
· Desarrollo de cáncer. Muchas personas creen que el VPH siempre desemboca en algún tipo de cáncer y que no tiene cura. Si bien es cierto que es la mayor causa de cáncer de cuello de útero, vagina, vulva o ano, entre otros, existen otros efectos como la aparición de verrugas genitales.
· Sin cura. En la actualidad existen procedimientos quirúrgicos para tratar lesiones precancerosas de alto grado de cuello de útero, sin embargo, antes de llegar a estas medidas, existen tratamientos como Papilocare®, un tratamiento desarrollado por Procare Health, para prevenir y tratar las lesiones del cuello uterino (de bajo grado) causadas por el VPH. De hecho, recientemente se ha terminado la realización del Estudio Paloma, que ha contado con la participación de 100 pacientes y en el que se ha analizado la eficacia de Papilocare®, un gel vaginal indicado para la prevención y el tratamiento de este tipo de lesiones una vez la paciente está infectada por el virus. Este estudio pone de manifiesto que las lesiones del cuello de útero son reparadas en sólo 3 meses de tratamiento en el 70% de las pacientes infectadas.
· Influencia de las prácticas sexuales. Existe la creencia de que este virus sólo es portado por personas con múltiples parejas sexuales. Sin embargo, esta afirmación no es correcta, ya que, si bien se transmite por contacto genital, sólo influye la práctica sexual cuando uno de los integrantes de la pareja está contagiado de VPH. Además, es una infección que se produce no solo en caso de penetración vaginal o anal, sino también por contacto piel a piel o sexo oral.
En definitiva, para conseguir una mayor prevención sobre el VPH será esencial que la población conozca y asimile bien tanto su origen como repercusiones. Sólo así será posible un control real de su contagio.