El Hospital Universitario Príncipe de Asturias (HUPA) de Alcalá de Henares celebró el pasado 21 de febrero la III Jornada de Redes Sociales incidiendo en un buen uso de las redes sociales en niños y adolescentes. Para ello, distintos expertos han abordado esta situación, como explicó el director gerente en funciones del HUPA, José Gilberto González Antón, “desde el punto de vista de la pérdida de salud, de la responsabilidad judicial y de ver qué soluciones podemos aportar”.
En su opinión, “la mala utilización de teléfonos o tablets o la falta de educación o control por parte de muchísimos sectores de la sociedad se ha convertido en un problema fundamental a nivel mundial”. Por ejemplo, la OMS ya ha asumido que “el uso de videojuegos se está convirtiendo en un problema de salud pública”.
Los datos están ahí, con tres horas diarias dedicadas a las redes sociales, que suben a cinco si se habla de cualquier dispositivo electrónico. Las consecuencias son, entre otras, que “los niños entran en una fase de aislamiento, de falta de educación social importante”.
Jorge Elías de la Peña y Montes De Oca, director del Área Territorial Madrid Este de la Consejería de Educación, opina que “la formación en redes sociales es un asunto vital”. “Los tiempos –añadió- han ido cambiando: no podemos poner puertas al campo, pero tenemos que participar en un aprendizaje de un buen uso de las nuevas tecnologías que tienen un uso muy bueno desde el punto de vista pedagógico”.
El papel clave de los padres
La jornada se detuvo en el papel clave que juegan los padres en la educación de los niños. “Deben crear un ambiente de confianza con sus hijos para poder abordar estos temas juntos desde que empiezan a dar los primeros pasos en la red”, según Rosa Funes, pediatra y organizadora de esta Jornada.
Los menores viven, a veces, en una realidad paralela, donde, a su juicio, “lo más importante es el número de likes (me gusta) que reciben y no conseguirlos, les lleva a cambios de humor y de comportamiento y a falta de autoestima, etc., que en ocasiones llega a ser patológico”.
Los niños y adolescentes tienen incluso sus propios líderes de opinión y son muy influenciables, de ahí la importancia los adultos deban “conocer las redes sociales y cuáles son sus peligros o riesgos”. También profesores, educadores, entrenadores, médicos, enfermeras, sanitarios, psicólogos, y todos aquellos que tienen relación cercana a los niños “tienen una gran responsabilidad y un gran reto frente a ellos”. “El uso inadecuado de las redes sociales es una gran epidemia, sus daños no son visibles de inmediato y esto hace que se infravaloren”, añade.
“Los menores son nativos digitales, utilizan las redes sociales para sociabilizarse, pero ignoran sus riesgos”, recordó Olga Hernández, policía y delegada de la Unidad de Participación Ciudadana de la Comisaría de Alcalá de Henares. Entre esos riesgos, está el cometer delitos o ser víctimas de ellos “desconociendo la vía para gestionarlos” de ahí la importancia de “asumir nuestra responsabilidad como padres y educar para evitar que nuestros hijos sean víctimas de delitos en Internet».
En este sentido, Mar Gasco, licenciada en Derecho y experta en derecho sanitario, advierte de que “el mal uso de las redes sociales destruyen nuestra confidencialidad y nos pueden llevar a la comisión de hechos delictivos”.
“Estamos a tiempo de reaccionar”, apostilla. Antonio Pelaz, médico psiquiatra del Hospital Clínico de Madrid, describió situaciones que ve a menudo en la atención sanitaria. “En la consulta –explica- nos encontramos sobre todo con dificultades en la convivencia cuando a un chico de 12 años le cierran la sesión de juego que está manteniendo por desesperación del padre: entra, apaga y se organiza una batalla”.
Patologías derivadas
Eso es, en su opinión, “lo más frecuente”, pero también hay “patología derivada del mal uso por acceso a información inadecuada como violencia, pornografía o trastornos de la conducta alimentaria y un uso de las comunicaciones con otra intención como el acoso, cyberbulling, sexting, hacking y toda la vulnerabilidad que supone el que entren en tu intimidad y sentirte que eres transparente para todo tu instituto o tu colegio”.
También la neuropediatra (Hospital Quirón Salud Sur de Alcorcón) Mercedes Alonso ha notado un aumento de patologías neurológicas por abuso de las tecnologías. Entre ellas están la cefalea crónica en adolescentes, la obesidad infantil o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. El uso excesivo del móvil también supone una reducción del sueño, pesadillas, terrores nocturnos y, especialmente en caso de los contenidos por televisión, una obsesión sobre la saludad y la muerte. A modo de reflexión, opina que los hijos
deberían pasar más tiempo con los padres y compartir hábitos tradicionales como, por ejemplo, los juegos de mesa.
Por último, Jesús Pernas, maestro de escuela, una persona muy implicada con los jóvenes y un gran conocedor del mundo virtual, cree posible revertir la situación con la implicación de la familia en la educación en las redes y en esta nueva realidad digital “para que esa distancia entre la realidad digital del adulto y el menor disminuya”.