El ‘Correcaminos’ exprime el turbo y establece un nuevo récord en la información de motor
Su programa ya cruzó la frontera de las mil ediciones y entra en su año 30 de emisión

Por Goyo Ybort. Fotos cedidas por J.S. y GYB.

Érase una vez un joven amante del automovilismo que, dada su precocidad, adoptó como seudónimo el de la veloz ave norteamericana de los dibujos animados para poder correr con su Seat 600. “De no haber utilizado seudónimo”, confiesa Sornosa, “mi padre se hubiera enterado y me habría quitado las llaves del coche”.

Jaime Sornosa, o ‘el correcaminos español’, comenzó a competir en 1966, curiosamente el mismo año en que el dibujo animado alcanzó propio show junto al coyote.

Debutó en la subida al puerto de la Cruz Verde con el Seat 600 D, y su última competición fue, 45 años después, en el Rallye Monte-Carlo Histórico en 2011, con un Volkswagen Golf. Y surge aquí otro simpático paralelismo con el dibujo de Looney Tunes, ya que su famoso y agudo sonido estaba fundamentado en el claxon de otro Volkswagen, el escarabajo.

Estuvo casi medio siglo compitiendo, pero Sornosa, que ha rebasado los 50 años como periodista del motor, acaba de adentrar su programa de televisión en el trigésimo año de historia, superando las 1.035 ediciones.

Arrancó con su afamado Turbo el 20 de septiembre de 1993 en Telemadroño, completando una trayectoria de 867 programas que durante años llegaron a las pantallas de decenas de televisiones locales de todo el estado español y a ONO TV.

Bajo el sello de Kilómetros hora emitió 55 espacios en Localia TV (red de cadenas locales), número de emisiones ya superadas por el actual Motorízate Turbo que sale al aire a través de Nordesteradio.com en Facebook y YouTube.

Así, Jaime ha mantenido vocación y profesión por la información de este sector.

La polivalencia de Sornosa le lleva a ser, probablemente, el periodista más completo y de más dilatada historia en nuestro país; no en vano ha tocado todos los palos, periódico, revista, radio, televisión e internet; habiendo pilotado en diferentes disciplinas -cosechando varios títulos regionales y nacionales (también le dio a Renault un inédito título continental en velocidad)- con más de una docena de marcas, y ejerciendo como director de escuelas y cursos de conducción en busca del perfeccionamiento y, sobre todo, de la seguridad.

Aunque llegó a ser piloto de fabricantes como Mazda, en circuito, Mini Cooper (Authi) en ralis o Alfa Romeo, su cetro de campeón de España de velocidad lo logró en 1986 con un Renault 11 Turbo privado.

Su vasta trayectoria deportiva fue reconocida por la Real Federación Española de Automovilismo con la concesión de la insignia de oro en 2018.

Con esta entrevista a Jaime Sornosa, queremos conmemorar su más de medio siglo de información de motor, pero, sobre todo, el paso del ecuador de los 1.000 programas de televisión y el hecho de haber entrado en el trigésimo año de emisiones. Datos de auténtico récord logrados por este piloto-periodista apasionado, que también ejerció de especialista en películas de cine, y mantiene intacta la ilusión.

¿Por qué y cómo nace tu programa de motor para televisión? “Yo empecé en 1991 en Centímetros Cúbicos de Antena 3 televisión, y cuando terminaron el programa me fui a Telemadroño, hablé con Juanjo -su director- y me puso todos los medios para hacerlo y empezamos a producir Turbo. Antes, como periodista de motor había iniciado mi actividad en 1969 en revistas del sector”.

Para ti ¿qué es lo más satisfactorio, y lo más complejo, a la hora de elaborar cada programa? “Lo más satisfactorio, ahora, haber superado los 1.000 programas, sin tener el apoyo de ninguna marca, y en tiempos llenos de espacios en la red y de youtubers. Lo más complicado es que veas que vayan muchas personas a presentaciones de producto y que varias marcas no se acuerden de ti; siendo, como creo que es, el periodista en activo de mayor continuidad en el ejercicio de la profesión en el motor en nuestro país”.

¿Qué valoración haces de entrar en la temporada treinta? ¿Qué supone para ti? “Supone haber disfrutado trabajando en lo que más me gusta, y de las muchas amistades que he conseguido a través de este trabajo. Aunque soy viejo ya, tengo espíritu joven para seguir informando del mundo del motor e, incluso, si me dejaran de nuevo un 600 para competir, me apuntaría (se ríe)”.

Respecto a los años 90 ¿qué ha ganado y que ha perdido el sector del automóvil? ¿y a la hora de hacer un programa de TV? “Faltan más profesionales auténticos haciendo programas de motor, y lo bueno es que hoy con la info que generan las propias marcas se cubre mucha información de producto y de competiciones de coches y de motos; pero faltan más programas. Cada vez hay más canales de televisión, pero… Aunque hay varios programas y existen muchas informaciones de motor y reportajes, e incluso por streaming, y eso ya es muy bueno”.

¿Cuál sería el proceso óptimo para formar a un conductor, una vez apruebe el examen del carné de conducir? ¿Hay algún país ejemplar al respecto? “El proceso sería llevarle, con el mismo coche con el que va a conducir o con uno muy similar, a un circuito de pruebas que represente la vida real, para que conozca mejor su automóvil, las respuestas del mismo, los límites de su coche, antes de que se ponga a circular. Que conozca de verdad lo que está conduciendo.

Creo que no hay un país ejemplar, como tal. El único sitio donde enseñamos a niños a conducir, después de enseñarles la teoría y el conocimiento del coche y la mecánica, es en Bercimuel. Niños de 10 y 12 años han aprendido a conducir e indican, después, a sus padres sobre el empleo de espejo, cinturón, etcétera, y eso lo aprenden en un día en Bercimuel. Esa edad es el periodo en el que mejor se puede aprender”.

¿Por qué creaste el Centro de Perfeccionamiento de Bercimuel (Segovia)? ¿Qué funciones pretendes que cumpla? “Lo creé porque desde el año 80 empecé a dar cursos de conducción a pilotos en la escuela de Emilio de Villota, y cuando terminó mi trabajo, porque se paró la escuela, busqué un terreno para diseñar mis propios circuitos y continuar con la experiencia cogida en la escuela. Conseguí ponerlo en marcha en 2006, cuando concluyeron las obras y dimos nuestro primer curso. Pero el circuito sigue en evolución, según mis planes originales. La misión más importante es salvar vidas. Hemos dado cursos a todo tipo de individuos y colectivos para que las personas aprendan a manejar bien los coches y evitar accidentes y muertes”.

¿Cuáles son tus automóviles favoritos en la historia? Por haberlos tenido o conducido, o por lo que han supuesto en el mundo de la automoción. “Porque los he pilotado y he aprendido con ellos, los Renault 8 TS. Por competitivo y por ser la pera limonera, el R8 Gordini y el Porsche 911. El Audi Quattro, que también lo conduje, era un monstruo de su época”.

¿Qué automóvil de asfalto y qué todoterreno te ha causado más sensación al probarlo? ¿Por qué? “De asfalto, Porsche, por potencia, estabilidad y, para mí, por gozada de conducción; y de todoterreno, los primeros Land Rover Santana, porque se comían el mundo, pasaban por donde fuera sin problema”.

¿Crees que las administraciones de Europa y de España dispondrán de la infraestructura necesaria para alimentar el aluvión de híbridos y eléctricos dentro de siete u ocho años? “Eso espero. Van muy adelantadas las marcas de automóviles respecto a las administraciones”.

¿Cuál es, o sería, tu energía limpia de futuro, favorita o ideal, para propulsar los automóviles de la próxima década? ¿Por qué? “Visto lo visto, de momento, sigo apostando por la gasolina, porque hay multitud de energías alternativas, pero no están todavía bien definidas, y no son más baratas, al contrario, y cada vez la vida es más difícil. Definitivamente, ahora mismo, no me mojaría por ninguna”.

¿Qué innovación tecnológica del siglo XXI te habrías llevado a tu primer coche? Y del siglo XX, del mundo de la automoción en general, ¿qué rescatarías para traerlo a nuestros días? “Simplemente, el ABS actual para circular y para competición. Del siglo XX me traería la simplicidad de la mecánica que había entonces, siendo piloto hacías tus reglajes de válvulas, puesta a punto, platinos, reparabas en cualquier lado. Hoy, olvídate. También me habría traído las copas de promoción con coches de serie, la única forma de empezar a aprender”.

¿Qué supone la competición, el mundo de las carreras, para la automoción en general? ¿Y para tu programa de TV? “Aporta experiencia técnica, lo que se aprende y desarrolla en competición, si se puede aplicar a un coche de la calle, sobre todo en seguridad, siempre es buenísimo. En mis programas actuales, está la gran ventaja de que la gente joven pueda ver la competición desde los años 80 hasta aquí, detalles históricos, historia pura y dura, que yo reflejo en cada programa en un apartado que se llama El baúl de los recuerdos”.

Precisamente, por recuerdos, dime en pocas palabras lo que sientes si te digo…: Ford T, Citroën 11B ‘pato’, Seat 1400:“El primer coche popular por precio, y el ‘pato’ y el Seat como lo más moderno en taxi y familiar”.

Salón Internacional del Automóvil de Madrid: “Un clásico con demasiados paréntesis en su historia”.

Circuito del Jarama o Rallye Valeo: “Mucha emoción, mis primeras carreras en circuito; y el Rallye Valeo o Shalymar, una prueba de siempre”.

Carrera mundial de vehículos solares (desde finales de los 80): “Un arranque de iniciativa de auténtico cambio de alimentación para los coches. Ahí empezaba todo”.

 

 

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