“Volvería a empezar una y mil veces”
Entrevista a Alberto Monarri, peculiar piloto de ralis y motocross

por Goyo Ybort. Fotos cedidas por J.E./Motor 360, A.M., GYB.

 

Alberto Monarri Azañedo es un piloto treintañero madrileño que cumple sus primeros 20 años en competición esta temporada. 

Pero Alberto no es un piloto convencional, ni mucho menos; ya que combina la competición sobre automóviles de ralis con la práctica de motocross, algo inhabitual. Además, en todo este tiempo, ha demostrado su capacidad de alternar volantes para obtener brillantes resultados.

 

Bajo esos tres peculiares fundamentos, hemos reunido a Monarri junto a la Suzuki RMZ 250 de motocross y al Skoda Fabia R2, justo antes de su debut en el nacional de rallyes de tierra, en El Búnker Moto Área de Brunete, esto es, en un escenario donde poder ver al piloto en acción al volante y al manillar. 

Alberto debutó en 2001 con un Peugeot 205 Rallye y, desde entonces, ha pilotado más de medio centenar de automóviles en competición, siendo un asiduo practicante de motocross.

Representa el máximo exponente de la polivalencia en conducción, no sólo por el hecho de manejar con

 

 precisión un volante, en asfalto o tierra, o un manillar de cross; sino por demostrar su aptitud lo mismo en un Ferrari 360 Módena que en un Dacia Sandero.

Monarri es doble bicampeón nacional de ralis, de dos ruedas motrices y GT (con Abarth 124 Rally), posee un cetro regional madrileño (con Opel Corsa Super 1600) y ha sido capaz de ganar de forma absoluta una prueba del nacional de ralis de asfalto en La Nucía (con Mitsubishi Lancer Evo X). Pero lo que evidencia su óptima capacidad de adaptación es su cosecha de triunfos en copas monomarca, como la regional con Fiat Punto y nacionales con Citroën C2, Peugeot 206, Renault Twingo, Dacia Sandero o Suzuki Swift.

Por las manos de Alberto han pasado, en estos 20 años, cerca de 60 vehículos entre carrozados y de kartcross de casi una veintena de marcas diferentes, entre ellas, Abarth, Citroën, Dacia, Ferrari, Fiat, Ford, Hyundai, Mitsubishi, Nissan, Opel, Peugeot, Renault, Seat, Skoda, Subaru o Suzuki; y ahora afronta la temporada 2021 con el mencionado Fabia en tierra pero también con un Peugeot 208 para batirse sobre el asfalto de la Península Ibérica.

De todo ello y a pie de pistas, hablamos con el polifacético piloto del occidente madrileño. 

 

¿Qué lectura haces de tus 20 años como piloto de carreras? 

“Pues que he podido disfrutar y sigo disfrutando de lo que más me apasiona, que son los ralis. Soy un afortunado por hacer lo que más me gusta durante estos 20 años, y espero que sean muchos más”. 

¿Qué recuerdos guardas y te gustaría transmitir de tus inicios?

“Recuerdo, sobre todo, lo que cuesta, el sacrificio que hay que hacer, tanto propio como de familia, amigos, pareja; pero también eso te une, te hace crecer como persona, conocer a muchas personas y, al final, pues forma tu carácter y personalidad. Transmitir que nadie te regala nada, que te lo tienes que trabajar tu y, sobre todo, que seas tu mismo y que no fuerces la situación; que si tiene que llegar, llegará”.

¿Qué has aprendido en tus ralis y qué puedes aplicar en la vida cotidiana?

“Disciplina y sacrificio, saber elegir las situaciones, mantener la cabeza fría en situaciones que puedes pasar al día a día, es lo que más puedes aplicar”.

¿Qué es lo mejor y lo peor en la vida de un piloto de competición?

“Lo mejor, evidentemente, son las victorias, pero tampoco hay que obsesionarse con eso, hay que estar contento con el trabajo que se hace, y el resultado, quizás, es lo de menos si tu lo has dado todo; no tiene porqué ser siempre una victoria, simplemente que estés a gusto contigo mismo y con la labor que has desempeñado. Y lo ingrato de este mundo, que para todos los sacrificios que se hacen y todas las ganas que se ponen, pocas veces es recíproco; pero los ratos buenos te hacen olvidar los malos rápidamente”.

¿Qué programa tienes para esta temporada? 

“Participaremos en la Peugeot 208 Rally Cup Ibérica, un programa de tres carreras en Portugal y tres en España con coche del equipo Mavisa. Gracias al apoyo del equipo Terra Training Motorsport podemos optar con máximas garantías a este programa. Lo cumplimentaremos con el Skoda Fabia de nuestra propiedad, en pruebas regionales o nacionales de tierra y en las que podamos hacer de entrenamiento. Contamos con copiloto nuevo, Ángel Vela, joven asturiano, que tiene muchas ganas y mucha voluntad, aunque no mucha experiencia pero lo compensa con lo anterior. Venimos vinculados a Terra Training Motorsport desde finales del año pasado, nos han dado la oportunidad de un año completo y esperamos responder con buenos resultados”.  

De todos es sabido los problemas existentes para acceder a un deporte costoso como este, y para conseguir sponsors cuando uno comienza ¿qué le diría el Monarri de hoy al Monarri de hace 20 años?

“Que no empiece en los coches (se ríe). Hay que tener claro que es muy costoso, no solo a nivel económico, sino también personal; pero, al final, es lo que nos gusta. No concibo ahora mismo mi vida sin los rallyes, y creo que volvería a empezar una y mil veces”.

Has competido con infinidad de equipos y marcas ¿es la prueba de que cualquiera puede adaptarse y ser competitivo o no?

“Bueno, creo que eso te lo dan las ganas. Afortunada o desgraciadamente me he visto en todas las situaciones, de estar optando a victoria en el campeonato de España, a podios absolutos, a verme en los coches más modestos. Como tenía claro que quería seguir corriendo y era lo que había, por la situación económica, la personal, la familiar, un poco todo; entonces, las ganas me podían. Hay gente que se ha visto en esas situaciones y no han tirado para adelante, sino les pones coche bueno o medios suficientes no dan ese paso; no es mi caso, yo me amoldo a lo que haya, a cada situación, y serán las ganas, pero tiro para adelante con lo que sea”.

¿Sobre qué pilares se sustentan tus éxitos como piloto?

“Creo que soy bastante frío dentro del coche, en mi vida personal quizás también un poco de más (sonríe), pero sé analizar todas las situaciones: ser rápido cuando hay que serlo, saber sumar cuando toca, de cara a un campeonato. En tema de conducción, me considero un piloto bastante fino (aunque esté mal que lo diga yo), que no maltrata la mecánica, y con cierta capacidad de análisis de la carrera”.

De la primera vez que te pusiste frente a un volante, a la última que lo has hecho, ¿qué evolución dirías que has experimentado como deportista?

“Evidentemente, saber llevar esa situación. Al principio de mi carrera, como creo que le ocurrirá a todo el mundo, te sobrepasa la situación, eres un manojo de nervios; ahora, ese estado de nervios lo convierto en motivación, calma dentro del coche, aunque siempre hay nervios en el arranque del primer tramo. Los años y la experiencia te dan esa tranquilidad, esa pausa y la capacidad de evadirme un poco de todo el mundo y centrarme en el objetivo y en poder hacer las cosas bien”.  

¿Qué piensa y qué siente un piloto de ralis antes de abrir gas cuando le dan la salida a un tramo?

“Ya en el enlace al primer tramo todo son nervios, pero no nervios malos, entre ansiedad de que quieres que empiece ya y ver cómo va a ir, qué ritmo voy a tener, quiero atacar y tal… todo eso se acentúa según se aproxima la cuenta atrás; pero una vez que estás en el 5, 4, 3… ahí ya es concentración absoluta, primeras notas con tu copiloto, ves que todo encaja y tiras con todo para adelante”.

¿Qué es o qué ha de ser un copiloto para un piloto de ralis?

“Pues, prácticamente, como la muleta para un cojo (sonríe). Es una figura que no se ve, que no se ve la labor que hace pero que es fundamental, sin él ningún piloto podríamos hacer lo que hacemos. Es la persona que nos da calma, que tiene que hacer un poco de psicólogo, de guía, de GPS, de motivador, tiene un montón de funciones; y que se acople a ti, saber cuando necesitas tranquilidad, cuando necesitas motivación y saber llevar tus tiempos, tus ritmos, y que, al final, te haga más fácil toda la carrera o toda la semana de la carrera”.

¿Qué hace falta para que un piloto llegue hoy a lo más alto? 

 

“A día de hoy, te diría que, sobre todo, padrino; los apoyos económicos son ahora mismo fundamentales, porque de un piloto medio con grandes recursos económicos se puede hacer un buen

piloto. Tenemos los claros ejemplos de Rovanperä o Solberg ahora ¿no? que son chavales jóvenes que apenas tienen 20 años pero, claro, llevan desde los 14, o antes en el caso de Rovanperä, montados en coches buenos de rali, sin ningún problema de chocar; saben que si chocan, al día siguiente hay otro coche, y eso es lo que no se da en España, ese apoyo fuerte de no hay problema aquí, tu corre todo lo que sepas, demuéstranos tu velocidad, que si hay algún problema no se acaba el programa. Y, además del padrino, sobre todo, velocidad”.

¿Puedes ordenar lo siguiente: técnica del piloto, fuerza mental, tecnología de la máquina, óptimo copiloto?

“Fuerza mental, óptimo copiloto -pues si vamos con uno que no sea bueno no puedes hacer nada-, técnica del piloto y tecnología de la máquina, sin llegar a ser una carretilla, claro (sonríe)”.

¿Qué admiras o valoras más de un rival en competición?

“No me he parado a pensar eso, la verdad. Me centro en mi trabajo, en mi carrera; si no gano hago autocrítica y veo porqué no he podido ganar. No querría parecer presuntuoso pero, a igualdad de medios y mismas circunstancias, creo que podría medirme a cualquiera”.

Si tuvieras que volver a empezar tu carrera ¿qué dos soluciones técnicas de 2021 te llevarías a tu coche de 2001? 

“Sobre todo, las suspensiones de hoy en día, yo creo que con eso ya sería un cambio radical. Evidentemente, mi coche de 2001 era lo más básico posible pero creo que en lo que más se ha avanzado es en suspensiones y, bueno, en los motores también, que con menos cilindrada se les saca mucha potencia”.

¿Cuáles eran las excelencias de tus rivales y de sus máquinas en tu primer campeonato nacional? ¿Qué pudiste echar de menos entonces?

“Podría irme a cuando era piloto oficial Ford, con los Ka, que eran coches muy modestos, o también con el Citroën C2, que fueron mis dos primeros años en el nacional. A igualdad de máquina, notaba mucho la falta de experiencia, haber rodado por los tramos, haber pasado en carrera, todo era nuevo para mí. En el año del Ford, encima, iba con mi hermano de copiloto, que me hacía el favor pero obligado, porque no le gustaba nada y lo pasaba mal, y ahí iba un poco penalizado pero se lo agradeceré toda la vida. Y el segundo año pues un poquito más, por echarle un par de narices, ya conseguimos los resultados que esperábamos”.

¿Qué coche crees que ha sido más decisivo, o revolucionario, en tu historia particular? ¿Por qué?

“Es difícil, como hemos llevado tantos… Yo creo que el C2, por suponer el primer título nacional, te haces un nombre al ganar una copa de promoción, es como que todo el mundo sabe de ti y ya te empieza a respetar un poco. ¿Revolucionario? Tuvimos la suerte de que nos llamase Renault Sport Francia para estrenar el Twingo R2 en España, en un Rallye Príncipe de Asturias, e hicimos el estreno del coche aquí y, al final, en un rali del Europeo hicimos el mejor resultado, creo que hasta la fecha, del coche en un campeonato continental, donde fuimos sextos absolutos. Yo creo que, por ese resultado, Renault vendió algún coche más (se ríe)”. 

Si pudieras rescatar algo de la competición de décadas anteriores ¿con qué te quedarías ahora? 

“Con el ambiente. Aunque a nivel organizativo ha mejorado mucho y habría que buscar algo intermedio: entre la locura de antes, la gente se colocaba en sitios muy malos pero el tramo estaba lleno; y ahora, un poco, la psicosis por el control de toda la situación, que muchas veces aleja o convierte a la carrera en muy fría de cara al participante. Entonces, el ambiente, y algo más de repercusión mediática. En televisión hay programas que hacen una gran labor, y con todos los medios que hay ahora yo creo que se podrían hacer cosas muy chulas, pero tendría que haber un mayor apoyo de instituciones y marcas”.

¿Con quién de la historia de los ralis te hubiera gustado medirte en una prueba o simplemente entrenar?

“Con Juha Kankkunen. Es el que más me ha gustado de siempre. En los primeros interiores que se veían de los ralis por televisión, yo le veía conducir súper tranquilo, no movía prácticamente el volante. También fue un tipo que fue campeón con coches de diferentes categorías”.

Madrid fue un paraíso de bonitos y selectivos ralis ¿qué echas de menos ahora? ¿Cómo entrena un piloto de ralis de Madrid?

“Echo de menos… porque tengo el recuerdo de ver los ralis de Madrid de niño, el Valeo, cuando era mixto (tierra-asfalto), tramos míticos como El Vellón o La Presa, o el Shalymar. Tuve la suerte de coincidir con el primer año de la recuperación de esta prueba, cuando Sáinz hizo de coche 0 con el Fabia WRC… un poco volver a esa época. Cuando se recuperó ese rali, por parte de Escudería Shalymar, fui a ver el tramo de Hoyo-Colmenar, de noche y diluviando, y no cabía un alma allí; lo que demuestra que la afición está, hay que hacer que vuelva, simplemente. Para entrenar te tienes que ir fuera de tu comunidad. Un piloto lo único que puede entrenar, más que nada, es el tema físico; como no te busques un circuito, opción kartcross, para lo que es conducción… Ahora está de moda el tema de simuladores, que no está mal pero no es conducir, evidentemente esas sensaciones de velocidad, de inercias, pues no las tienes. Para un piloto de ralis está complicado, tu necesitas un tramo, un copiloto, escuchar y hacer notas, lo único que podemos hacer es, con carretera abierta y respetando las normas, hincharte a hacer notas con tu copiloto pero sin llegar a pasar rápido”.  

Por el tipo de tramos ¿cuál sería tu zona ideal para residir y poder entrenar? ¿Tipo de terreno favorito? 

“Asfalto. La tierra es muy bonita, de conducción es súper divertida, pero, a día de hoy, el campeonato importante se basa en el asfalto, es donde más intereses, más marcas y más retorno hay. En Galicia o Asturias pueden sacar un tramo de cualquier carretera, es una gozada, y aquí, en Madrid, cuando dicen vamos al rali de tu casa, cuando se hacían por ejemplo los tramos de Canencia o Navafría, yo decía pero si es que los tramos los tengo a 80 kilómetros de mi casa y voy igual que ellos (los rivales), de año en año. Por tramos, y también por la gente, que tengo muchos amigos allí, tiraría para Asturias”. 

Hay pocos pilotos de coches que practiquen otras disciplinas en moto ¿desde cuándo haces motocross y qué te aporta?

“Motocross hago desde pequeño, antes del kart siempre tuve moto, desde los 3 o 4 años, porque tenía pandilla y circuito cerca. Lo dejé durante muchos años pero siempre me ha gustado bastante y desde hace unos tres años lo he retomado. Me aporta esa sensación de adrenalina que te da un rali y, sobre todo, físicamente es un deporte que te machaca muchísimo, también beneficia mucho en tema de reflejos y en mantenerme lo más ágil posible”.

¿Tienes algún piloto de motocross como referencia por su pilotaje en moto?

“No, no he seguido mucho el motocross, aunque, evidentemente, tengo la referencia actual de Jorge Prado; sí que últimamente veo mas vídeos pero no conozco mucho. Hay un español haciendo el supercross americano, Joan Cross, y es un poco lo que veo, pero no controlo mucho”.

¿Cómo reconviertes la energía tras un susto? 

“Siempre lo he dicho en los ralis, cuando hay un golpe, un fuerte golpe, lo más importante es volver a subirte al coche cuanto antes, para quitar ese miedo. En 2018, quizás tuve el peor accidente, no por espectacularidad ni nada, dimos contra una farola en el sitio justo y por el golpe me desmayé, tuve que pasar una noche en observación y demás, y creo que a las dos semanas estaba montado ya en el coche. Se lo pedí al equipo, que intentásemos hacer todos el esfuerzo de estar lo antes posible subidos y con el casco, evidentemente no fue mi mejor rali porque el miedo estaba ahí; pero la clave es montarte lo antes posible e intentar ir lo más rápido posible cuanto antes”.  

Por sensaciones y por mejor respuesta ¿prefieres corregir una trazada sobre una moto de cross o sobre un coche de ralis?

“Sobre un coche, porque tengo más recursos que en la moto. La moto es más fácil de corregir, es más ligera y, encima, el motocross no es como pista o circuito de asfalto pues te permite varias trazadas y si te sales de la rodera no suele pasar nada. En los coches tengo más recursos, más tiros dados, y me siento mucho más seguro que subido en una moto”.

¿Qué valoración haces de que Madrid pueda contar con un espacio, con una solución off road, como El Búnker Moto Área?

“Son una maravilla de instalaciones, hemos pasado la tarde para esta entrevista y disfrutado un montón. Soy casi un asiduo desde que abrieron, casi todos los fines de semana, por la situación de pandemia que vive el mundo no se puede disfrutar de todo, y esto es un circuitazo, siempre está muy cuidado, hay para niños, enduro, supercross, trial; me coge muy cerca de casa (Majadahonda) y para mi es una maravilla y un lujo poder tener estas instalaciones tan cerca”. 

Más allá de los ralis ¿a qué dedica Monarri su tiempo?

“A poco más, la moto y preparar el Skoda, que nos quita mucho tiempo, sobre todo a mi amigo Rubén, que se lleva unos tutes descomunales, Macarena -mi novia- que también se llevan otros tantos en preparar el coche en la tienda, con cuatro borriquetas y tal, como mejor sabemos. También nos gusta disfrutar de los amigos, como a cualquier pareja joven y siempre respetando las normas, y a criticar mucho (se ríe) y a echarnos cuatro risas”.

¿Qué sueños u objetivos te quedan por cumplir en el mundo de la competición? ¿Y fuera de ella? 

“(Suspira profundamente). Dentro de la competición te diría, acceder a un programa completo, con los medios y la tranquilidad para poder optar a los mejores resultados, eso sería ideal, sin pensar en algo continental; yo sé ya lo que nos toca, que mi sitio está aquí en España. Me gustaría mucho, y lo vamos a cumplir por suerte este año si todo va bien, participar en pruebas del campeonato del mundo -antes no he podido-; este año creo que hacemos Portugal y Cataluña, así que ya me quito esa espinita, pero sé que mi sitio está aquí en España, y poder disfrutar el máximo de tiempo posible de ello y ya está. A ver si a final de año podemos estar celebrando algo, y devolver así toda la confianza que ha depositado en nosotros el equipo Terra Training Motorsport. 

En cuanto a lo personal, la verdad, soy feliz, vivimos bien, no tenemos necesidades, podemos darnos los caprichos que queremos (que quede entre comillas), sin ser de grandes lujos. Mi novia y yo vivimos tranquilamente y haciendo lo que nos gusta, haciendo viajes, de carreras o no; a ver si podemos viajar un poco más de ocio, pero poco más. Soy muy feliz”.

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