El pasado 13 de septiembre, Alcalá de Henares se convirtió en el epicentro del rock español con la esperada actuación de los Robe, con Robe Iniesta, el carismático exlíder de Extremoduro, como parte de su gira «Ni Santos Ni Inocentes». La noche prometía ser mágica, y no decepcionó. Con un ambiente cargado de energía y un público ansioso por disfrutar de su música, Robe subió al escenario y comenzó el concierto con «Destrozares», un tema que resonó en el corazón de todos los presentes.
Desde el primer acorde, la conexión entre el artista y su audiencia fue palpable. Robe, con su inconfundible estilo y letras profundas, llevó a los asistentes a un viaje musical que abarcó no solo su disco más reciente, sino también una selección de sus trabajos anteriores y, por supuesto, algunos clásicos de Extremoduro. La mezcla de temas nuevos y viejos creó una atmósfera nostálgica, donde cada canción evocaba recuerdos y emociones.
A medida que avanzaba la noche, el aire (que sopló con ganas) se llenó de acordes que hablaban de amor, desamor, lucha y libertad. Robe, con su voz inconfundible, interpretó canciones que han marcado generaciones, y el público no dudó en unirse a él en un coro ensordecedor. La elección de temas fue un reflejo de su evolución como artista, pero también de su esencia rockera que nunca se desvanece.
Uno de los momentos más destacados de la noche fue cuando Robe interpretó «Ama, ama y ensancha el alma», cerrando el concierto con un mensaje de amor y esperanza. La letra de esta canción resuena profundamente, y en ese instante, el aire que soplaba en Alcalá de Henares parecía llevar consigo las preocupaciones del día a día, dejando solo la música y la conexión entre el artista y su público.
Foto portada: Emotional Event
Texto y foto: Alicia Vallejo