Por: Roberto Pascual
La joven escritora Inés Martínez García (1994) ha publicado recientemente su primer poemario “Pasión silenciosa” (Editorial Liberoamérica), un libro que ahonda en la identidad del yo a través de la naturaleza, el cuerpo y la amistad. Inés, también conocida como Agnes, es periodista, correctora y editora. Sus poemas se recogen en “Liberoamericanas. 140 poetas contemporáneas” (Editorial Liberoamérica, 2018) y “Piel fina” (Editorial Maremágnum, 2019). Su nueva obra está disponible tanto en la web de la editorial www.liberoamerica.com como en cualquier librería y/o plataformas digitales habituales.
– Antes de empezar, pregunta obligatoria: ¿Qué te une a Vallecas?
– Viví muchos años de mi infancia en la avenida de la Albufera, cerca del metro Nueva Numancia. Hoy en día vivo muy cerca. Tengo muchos recuerdos de Vallecas.
– Se dice de la poesía que a veces sirve de terapia… ¿Se podría decir que tu libro sirve de autoayuda o de ayuda a los demás?
– La poesía es un grito de auxilio cuando has perdido el rumbo. Cuando te refugias en un libro de poesía, buceas en la intimidad y el individualismo, por lo que puede ser un libro de autoayuda si no hablamos de los libros de autoayuda comerciales. Es una pastilla para calmar el dolor del alma, para esos momentos en los que te sientes solo o perdido.
– Además de “Pasión silenciosa”, has publicado también en la antología “Liberoamericanas. 140 poetas contemporáneas”, de la misma editorial. ¿Cómo conociste la editorial Liberoamérica?
– Fue en 2018. Mi amiga Iosune de Goñi, autora del prólogo de mi libro, me habló de la editorial. Me animó a que mandara mis poemas a la convocatoria para la antología, que era muy atractiva. Me pareció bien, pero se me olvidó, por lo que el último día de recepción de textos escribí un poema, lo mandé y al poco tiempo me respondieron con la buena noticia de que lo publicaban.
– El día de la presentación de tu libro dijiste que habías tenido problemas con tu editor, ¿a qué tipo de problemas se enfrenta un autor?
– Es un tema muy delicado. Mantenía una relación amistosa muy simpática con el que iba a ser mi editor. Pero en el proceso de maquetación de mi libro, en particular de un capítulo llamado “Oniria”, todo se truncó. Terminó por dejar la editorial con mi libro en mitad de la maquetación. Pensé que no se iba a publicar mi libro, pero no fue así. Por suerte y gracias al esfuerzo de parte del equipo, ha quedado todo muy bonito. Cuando cedes tu obra, te puede pasar de todo.
– Inés, ¿se puede vivir de la poesía?
– No se puede vivir de la poesía. Al menos yo no. Vivir de la literatura es algo muy difícil, tienes que ser superventas y dedicarte más a la narrativa. Tampoco aspiro a ello, pero es un mundo muy bonito. Complicado, pero bonito. Ahora hay un auge de poesía y de autores jóvenes, cada vez más autoras, por suerte, que están visibilizándose, recuperando ese lugar que debían haber tenido en el pasado.
– Entonces… ¿Cuáles son tus planes de futuro?
– Creo que terminaré por sacar otro poemario tarde o temprano, aunque me quiera dedicar a la narrativa, porque me siento a escribir y lo que me sale es un poema. Estoy haciendo un fanzine a dos voces con Iosune de Goñi que saldrá el año que viene, y quiero saltar a la novela, así que estoy comenzando poco a poco este nuevo proyecto.
– Hablando de lo onírico… Desde hace tiempo escribes en una libreta lo que sueñas, ¿hay algo plasmado en el libro?
– “Oniria”, uno de los capítulos del libro, hace alusión al mundo de los sueños. Está maquetado como esos sueños que vienen y van rápidamente, y no sabemos de dónde proceden. La libreta me sirve para recordar e inspirarme, pero no he plasmado ningún sueño como tal, sino que aludo más a la pérdida, ese “sueño truncado” que todos llegamos a sentir…
– El pasado 11 de octubre presentaste “Pasión silenciosa” en La Semillera con un grupo de música. ¿Lo tenías pensado, te lo habían propuesto o lo habías visto en otras presentaciones?
– La música está muy ligada a mí, cuando escribo y cuando no. He trabajado en la radio y he estado rodeada de música, tengo amigos músicos, y el grupo Klermoon, además, son amigos míos. En la presentación quise que hubiera música porque es parte de mi esencia, y tener amigos que estén como abrazándome en mi momento especial de esa manera fue algo muy bonito. Escribí “Pasión silenciosa” escuchando música y sonidos como el mar durante el proceso de creación, así que ese formato debía llevarse a cabo. Repetiré seguro.
– En tu presentación también comentaste que querías haber publicado a los 21 años. Ahora tienes 25, ¿qué se siente?
– ¡La urgencia del escritor! Vivimos en la vorágine de la inmediatez, de quererlo todo ya. Veía a mis amigas escritoras publicar y yo no lo hacía, aunque no dedicaba tanto tiempo a la escritura como ellas. Tenía prisa por posicionarme, como ellas, hasta que me di cuenta de que no funciona así.
– ¿Qué sentiste al publicar, sabiendo que no pudiste hacer lo mismo con tu primer libro?
– Fui feliz. Mis amigas me ayudaron bastante con sus lecturas, también un buen amigo editor, todos me hicieron buenas críticas. Sin embargo, durante mis problemas con el que iba a ser mi editor pensé en no publicar más. Después me dije que debía ser feliz viviendo este momento.
– Por cierto, ¿por qué se te conoce como Agnes?
– Desde que era pequeña me gustaba. Inés proviene del griego Agnes. Comencé a escribir en Internet bajo ese seudónimo porque llamaba a mis raíces, me sirvió para unirme más a mí en momentos más complicados. Pero un día alguien puso Inés Martínez en lugar de Agnes M. en una publicación y supongo que fui haciendo las paces conmigo misma como para usar mi nombre real. Igualmente, no descarto publicar en un futuro como Agnes. Sería bonito. Una novela o poemas en inglés.