Consejos útiles para circular con meteorología muy adversa

Tracción segura invernal, de la mano de Subaru y de Goodyear

Por Goyo Ybort

Aprovechando la visita de la borrasca Filomena, vamos a ahondar en la conducción invernal de la mano de uno de los constructores de automóviles con mayor experiencia en tracción integral, Subaru, gracias a su afamado sistema AWD (Symmetrical All-Whell Drive), y del fabricante de uno de los mejores neumáticos para invierno (UltraGrip Performance, cuya gama cumple 50 años), Goodyear.

Las previsiones de los primeros días de enero indican continuadas precipitaciones, la mayoría en forma de nieve que se podría acumular hasta en 20 centímetros en zonas inusuales, con temperaturas posteriores de hasta 13 grados bajo cero (solo en la capital).

Teniendo en cuenta la probabilidad de firmes húmedos, nevados y congelados, el conductor debe centrar mucho su atención en observar el estado de la superficie por la que rueda, acelerando y frenando con mucho tacto, evitando los márgenes de la calzada y, en nieve, manteniendo el vehículo sobre las roderas existentes y sin perder la inercia.

Ante suelo mojado, el conductor debe ajustar la velocidad considerando que las distancias de frenada se pueden alargar ostensiblemente, dejando mayor espacio respecto al automóvil que le precede. Es conveniente seguir las rodadas marcadas sobre la carretera, pues si hay menor concentración de agua el neumático contacta más y mejor con el asfalto, reduciéndose el riesgo de aquaplaning.

Por eso es importante ser cuidadoso a la hora de cambiar de carril, momento en que la adherencia varía y se reduce, afectando, incluso, a la reacción del sistema de control dinámico de estabilidad.

El agua también afecta a los frenos, ya que cuando se pisa el pedal las pastillas han de expulsar el agua que hay sobre el disco, y esta operación retarda ligeramente el mordiente inicial, comparado con una situación con los discos secos.

Aunque cese la lluvia, el suelo puede seguir mojado y resbaladizo, por lo que es oportuno, aprovechando un tramo recto y que no venga nadie por detrás, acelerar y frenar con decisión para comprobar el agarre existente. Hay que tener cuidado con las líneas blancas de señalización sobre la calzada, pues todavía las hay deslizantes; y con los suelos pintados de aparcamientos que, según se van mojando, resbalan más.

Y en curvas, donde puede acumularse el agua, hay que tener cuidado con la trazada, para evitar que el automóvil se quede frenado y puede variar su dirección por el lado interior del giro. Algo claramente extrapolable a una glorieta urbana o de carretera, donde puede incidir la zona de adherencia, el peralte o alcantarillas rebosantes o con tapas levantadas.

Ante baja visibilidad hay que considerar la fatiga de la vista y hasta la detención, como así lo indica el propio Reglamento General de Circulación (DGT) en caso de cortina de agua o densa niebla, pues es primordial desplazarse a una velocidad que permita la óptima visibilidad. También en situaciones invernales y con menos horas de sol, incide mucho el correcto funcionamiento de los faros, como que estos puedan ser adaptativos, para ver bien y ser vistos.

Con nieve en el firme la adherencia aún se reduce mucho más y requiere de mayor pericia del conductor para controlar la inercia del automóvil, ya que el piso nevado va a complicar el inicio de la marcha, la aceleración, la frenada y mantener la dirección, facilitando el patinaje del neumático y, consecuentemente, la deriva del vehículo. Momentos en que resulta esencial conservar la trazada, sin sobresaltos de aceleración ni frenada; si bien lo idóneo sería contar con un sistema de tracción permanente tan eficiente como el de Subaru, que incluye modo nieve-graba o nieve-barro profundo.

Los neumáticos con marcaje de invierno no solo son una solución para mantener las condiciones de seguridad en la carretera, en situaciones meteorológicas adversas, sino para superar las restricciones de circulación de la DGT destinadas a automóviles que carezcan de cadenas o de este tipo de ruedas.

Los neumáticos de invierno, clara alternativa a las cadenas -difíciles de montar para muchos conductores y sólo útiles sobre nieve-, resultan de gran utilidad en toda la temporada, pues están preparados para ofrecer el más óptimo rendimiento cuando el termómetro registra menos de 7 grados y para hacerlo sobre cualquier superficie.

Contribuyen a la seguridad y el control del vehículo al optimizar la tracción, siendo de mayor agarre y resistentes al aquaplaning, y también a la capacidad de maniobra. Igualmente son una garantía a la hora de detener el coche, pues pueden reducir la distancia de frenado en 5 metros sobre suelo mojado y en hasta 11 metros sobre nieve, comparado con neumático de verano.

Un gran ejemplo puede ser el último y premiado UltraGrip Performance de Goodyear, que reduce considerablemente el riesgo de aquaplaning, mejora la tracción sobre nieve derretida -gracias a los surcos hidrodinámicos que ayudan a despejar el agua- y consigue una menor distancia de frenado sobre la nieve.

Más allá de la seguridad propia, el neumático de invierno también supone ahorro, pues mantener el de verano -empleados generalmente en España- en estos tiempos se traduce en un gran desgaste y acortamiento de vida de los mismos.

También existe la opción de los neumáticos denominados de todo tiempo, que, sin ser específicos de invierno, se pueden adaptar bien a cualquier situación.

El conductor debe de ser consciente de conducir sin abrigo, con ropa cómoda que posibilite libres movimientos ante maniobras sorpresivas, y con calzado idóneo huyendo de botas muy rígidas. Debe observar la presión y el dibujo de los neumáticos (profundidad de la huella con mínimo legal de 1,6 mm.), el líquido anticongelante y el perfecto estado de las escobillas del limpiaparabrisas.

En cuanto al habitáculo, comprobar el sistema de calefacción, servirse del aire acondicionado para desempañar rápidamente y del buen estado de las rejillas de salida de aire para facilitar la renovación del mismo en el interior. Al empañamiento también puede contribuir la acumulación de hojas de árbol en la base del parabrisas, ya que pueden limitar la entrada de aire fresco al habitáculo y producir vaho en los cristales.

El conductor debe ir provisto de batería cargada del móvil, cargador del mismo, agua, pinzas para cargar baterías, botiquín y ropa de abrigo pero ligera y cómoda, y cuidar de que el depósito de combustible o energía esté lleno.

Pese a las recomendaciones de las autoridades de minimizar los desplazamientos en estos días, si hay que coger el coche es muy importante consultar el estado de las carreteras, a través de la Dirección General de Tráfico (www.dgt.es, teléfono 011 o Twitter @DGTes y @informacionDGT), y la previsión meteorológica.

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