Los padres de escolares de la Escuela Infantil Charlie Rivel de Coslada podrán enviar a sus hijos a este centro el próximo curso 2020-2021. Hace unas semanas, el alcalde, Ángel Viveros, los concejales de Educación, Iván López, y Política Territorial, José Sousa, y técnicos municipales, mantuvieron un encuentro con representantes de la dirección de la escuela, del AMPA y de la FAMPA. En el mismo se les comunicó la decisión adoptada por la Comunidad de Madrid de trasladar a los escolares al Centro Miguel Hernández.
Las actuales instalaciones presentan una serie de patologías. Esto, unido a la demora de la nueva escuela en el Barrio del Puerto, ha provocado la situación actual.
Todo empezó en 2009
En 2009, el Ayuntamiento cedió una parcela municipal; más adelante, reservó una partida económica para que la nueva escuela dispusiera de cuatro módulos más de los previstos. Desde entonces se espera su construcción.
Tras la decisión de la administración autonómica de trasladar a los escolares de la Charlie Rivel al Miguel Hernández, padres y madres mostraron su malestar. Estos les informaron de que, la Consejería de Educación no tuvo en cuenta la alternativa realizada desde el Consistorio. Ésta pasaba por un traslado al CEIP Pablo Neruda, menos perjudicial en lo que a distancia se refiere.
Desde Educación regional, como ha recordado el edil, Iván López, “no se hizo caso y se mantuvo la decisión del Centro Miguel Hernández, que también repercutía en los estudiantes de la Escuela Oficial de Idiomas que acudían a estas instalaciones y que, por lo tanto, tendrían que dejarlas”.
Las quejas de la dirección de la Escuela, del AMPA y la FAMPA, así como de madres y padres, ha llevado al Ayuntamiento a evaluar la opción de si es posible ampliar un año más su uso para que no haya desplazamientos.
Sin riesgo
Desde el departamento de Vías y Obras, estudiaron la situación con una visita y un análisis exhaustivo. Según esta inspección realizada a finales de mayo, los técnicos consideran que fisuras y testigos analizados “se mantienen prácticamente en el mismo estado” que hace 7 meses.
Ante esto, se ha realizado una propuesta técnica con diferentes actuaciones “tanto en el interior, como en el exterior de la edificación; eliminando entradas o filtraciones de agua; reparaciones puntuales de deficiencias de acabados; reparación de juntas de dilatación”; además de otras centradas en el revestimiento de paramentos y techos mediante sistemas constructivos capaces de admitir cierto movimiento y dilataciones. Todo con el objetivo de que conlleve unas condiciones de seguridad, estabilidad y salubridad adecuadas al centro y a sus usuarios, tanto niños, como profesoras y personal del mismo.
El alcalde, Ángel Viveros, ha querido dejar claro que “lo más importante es, la seguridad de pequeños, profesoras y demás trabajadores de la Escuela”. Por ello, ha añadido, “además del esfuerzo económico que va a suponer esta actuación, se llevará a cabo un seguimiento periódico tanto de las instalaciones en general, como de las obras que se ejecutarán para que la Charlie Rivel preste su último año de servicio”.
Por su parte, el edil de Educación, Iván López, ha asegurado que “además de garantizar la seguridad, queremos tratar de reducir el perjuicio de la decisión de la Comunidad”.
Cronológicamente, tras aprobarse la construcción en el año 2009 con cargo al entonces Plan PRISMA, y permanecer en suspenso, volvió a retomarse la pasada legislatura. Las presiones del Ayuntamiento se escenificaron en el encuentro mantenido por el alcalde, Ángel Viveros, con la entonces presidenta, Cristina Cifuentes.
En este mandato, el pasado noviembre, el regidor se reunió en aquella ocasión, con el consejero de Administración Local, David Pérez. A él le trasladó su preocupación por la situación de la Charlie Rivel y el proyecto de sus futuras instalaciones.
El Consistorio continúa en contacto con la Comunidad de Madrid con el fin de que en septiembre de 2021 abra sus puertas la nueva escuela.