La exposición de trenes clásicos de la estación de Metro de Chamartín, colocada con motivo del primer centenario del servicio, cuenta desde hoy con un nuevo tren restaurado. Se trata de un convoy integrado por dos coches del tipo Legazpi L5, puestos en circulación por la compañía en el año 1955.
El modelo Legazpi L5 fue diseñado y fabricado por Metro de Madrid en las cocheras de Cuatro Caminos, era un ejemplar totalmente forrado de chapa, con lo que no se apreciaban las vigas estructurales, haciendo que su exterior fuera más estético que sus antecesores. Además, se mejoró la suspensión, la seguridad del freno neumático y la ventilación del interior del tren, y se introdujo un nuevo tipo de bogie.
Otra de las novedades que este modelo de tren supuso para la compañía fue que introdujo la construcción de unidades coche motor – coche motor (M-M), reforzando la capacidad de tracción en los trenes para su circulación en las líneas 2 y 3, donde había mayores rampas. De esta manera, se consiguió mejorar los tiempos de recorrido.
Estos dos últimos coches que se han incorporado a la muestra se suman a otros ocho ya expuestos: cuatro de ellos pertenecientes al modelo Cuatro Caminos, que son los que circularon inicialmente por la red y estuvieron en servicio durante 70 años. La estructura de la caja de estos trenes era totalmente metálica y en el interior no tenían revestimientos, poseían todo el esqueleto metálico visto.
Otros dos coches del modelo Salamanca, que comenzaron a funcionar en 1943. Estos contaban con un estilo mucho más austero y sobrio que los anteriores, no solo debido al periodo de posguerra en el que fueron construidos, donde existía escasez de repuestos, sino a la experiencia de esos años, donde se vio que en la práctica eran mejores los materiales más funcionales y duros que los utilizados hasta la fecha.
Otro de los trenes de la exposición es de tipo Ventas, un modelo que empezó a circular en 1924, con motivo de la inauguración del primer tramo de la línea 2 entre las estaciones de Sol y Ventas. Además, hay un coche de tipo Quevedo que data de 1927. Este modelo fue adquirido debido a la ampliación de la línea 2 entre las estaciones de Sol y Quevedo y presenta unas características muy similares al anterior. La gran novedad era que integraba paneles para publicidad en el recinto de viajeros.
En los próximos meses se prevé que lleguen a la exposición otros dos coches más que se encuentran actualmente en proceso de restauración. Estos serán del tipo 1000 1ª serie y comenzaron a rodar en 1965.
Con esta exposición, Metro ofrece una visión detallada de la evolución del material móvil y, por tanto, de la historia de la compañía y de la Comunidad de Madrid.
La muestra, inaugurada el pasado 17 de octubre de 2018 por Felipe VI, ya ha sido visitada por casi 20.000 personas y tiene un carácter permanente, con el fin de que todos los madrileños puedan disfrutar de estas joyas de extraordinario valor histórico. Se puede visitar los viernes, sábados y domingos de 10:00 a 14:00 horas. La entrada es gratuita, pero es necesaria la adquisición de un título de transporte, ya que la exposición se encuentra dentro de tornos.
Además de los trenes, principales protagonistas de la exposición, también se pueden contemplar cerca de 100 elementos propios del suburbano, que han ido cambiando con el tiempo y se han quedado como piezas históricas en la trayectoria de Metro de Madrid.