La marca española Hispano Suiza nació en 1904, por iniciativa de un empresario español y un ingeniero suizo, y llegó a producir más de una veintena de modelos, construyendo más de 12.000 vehículos entre 1904 y 1946, cuando también empezó a fabricar motores de aviación. Y en sus primeros pasos ya creó un prototipo de automóvil eléctrico pionero en el mundo.
Hace justo 10 meses presentó en el centenario Salón del Automóvil de Barcelona, muestra donde el constructor ya estuvo en la edición inaugural de 1919; un súper deportivo de lujo eléctrico, hecho enteramente a mano en Barcelona; que atendía al nombre de Carmen. Carmen debe su nombre a la madre del presidente de Hispano Suiza, nieta del fundador, (Carmen Mateu, fallecida en 2018), y que fue presidenta de la compañía; emulando así la historia del modelo en que los diseñadores se inspiraron para el renacimiento de la marca, el H6C Dubonnet Xenia de 1938, que debía nominación a la esposa Xenia de su diseñador André Dubonnet.
Del modelo Carmen verán la luz apenas una veintena de unidades pero, entre ellas, se cuela una nueva versión aún más espectacular si cabe. Se trata del Carmen Boulogne, cuyo nombre proviene de la localidad francesa en la que se organizó una de las carreras en la que participó Hispano Suiza hace casi un siglo, y del que sólo se fabricarán 5 unidades pero desde este mismo año.
El Carmen Boulogne llama poderosamente la atención por cómo aflora la fibra de carbono de abajo a arriba, desde su chasis monocasco cien por cien Hispano Suiza hasta su exclusiva carrocería, donde ese color se entremezcla con pintura en cobre.
Respecto al Carmen de marzo de 2019, este Boulogne mejora en muchos apartados como el bastidor y la suspensión, en la reducción del peso total que se queda en torno a los 1.640 kilos (casi 50 menos que su predecesor), y en la potencia. Los dos motores de 410 kW del Boulogne pueden entregar al tren trasero hasta 1.114 CV (1.019 tiene el Carmen inicial), con un par motor de 1.600 Nm, teniendo su velocidad máxima limitada en 290 km/h. y una aceleración de 0 a 100 km/h. en poco más de 2,5 segundos.
Las baterías de 80 kWh de este súper eléctrico español procuran una autonomía por encima de los 400 kilómetros en ciclo WLTP (Worldwide Harmonized Light-Duty Vehicles Test Procedure o Procedimiento de Pruebas Armonizado Mundialmente para el Servicio de Transporte Ligero) y resulta fácil de repostar.
Si está por encima del 30%, se puede cargar de manera rápida entre 30 y 40 minutos, y se adapta a cualquier tipo de cargador.
Y otro dato ‘made in Spain’, si en el Carmen de 2019 la marca empleaba un 80% de piezas de proveedores españoles, en el Boulogne pasa a ser del 85%; mientras que el 15% restante es diseñado por Hispano Suiza y fabricado así para la compañía.
Los Carmen son automóviles sin llave, en los que se dirige todo desde el móvil o desde una tarjeta de contacto para acceder a datos, como la misma recarga.
Como vehículos exclusivos artesanos que son se producen bajo demanda, a nivel mundial, suponiendo el modelo Carmen un millón y medio de euros y el Carmen Boulogne 1,65 millones de euros.