Adrián, un ejemplo de lucha

Día

Esta es una historia cargada de amor, de lucha y valentía, de ganas de vivir. Esta es la historia de Adrián, un joven torrejonero de 16 años, forofo de Atlético de Madrid, curioso, observador y todo un guerrero que ha sabido ‘plantarle cara’ a la adversidad desde el mismo día de su nacimiento. “Le hicieron daño con los fórceps durante el parto, y eso le ocasionó una hemorragia interventricular”, explica María Paz, su orgullosa madre que, desde entonces, lejos de decaer, ha sacado más ahínco y coraje, si cabe. “Su tono muscular era muy bajo y no podía aguantar el peso de su cuerpo”, añade.

Entonces, comenzó la terapia en el Polideportivo Municipal de El Val, en la vecina localidad de Alcalá de Henares. “Hacía rehabilitación en el agua, y se desenvolvía más o menos solo”. Su familia no sabía, entonces, que Adrián tendría que enfrentarse a otra dura prueba. “Los médicos nos recomendaron una operación porque su escoliosis era brutal”, continúa. Y el próximo 24 de mayo hará dos años que el quirófano estuvo a punto de arrebatarle la  vida. “Fue un auténtico desastre (…). Estimaron que estaría 15 días ingresado, y pasó siete meses en la cama porque le tocaron la médula y un pulmón, salió muy grave… estuvo ocho horas sin tensión y nos dijeron que no iba a aguantar”, explica María Paz emocionada. Fueron momentos muy complicados, tal y como comenta para La Quincena, que superaron unidos con el ‘calor’ de los suyos.

Pero resistió. “Le volvieron a operar para quitarle los tornillos, y después, porque tenía infección en la columna (…). Sus piernas eran como las de un muñeco de trapo, y también sufrió de una úlcera en el glúteo”. Pasó cinco meses en la UCI. “Ahora está mucho mejor, pero ha costado, salió con 40 kilos y ha recuperado 13, aunque tiene que dormir con una ‘bipap’, un dispositivo para controlar su respiración, porque su pulmón puede cerrarse y ahogarse”, indica la progenitora.

Estimaron que estaría 15 días ingresado, y pasó siete meses en la cama porque le tocaron la médula y un pulmón, salió muy grave… estuvo ocho horas sin tensión y nos dijeron que no iba a aguantar

ASÍ ES SU DÍA A DÍA
Adrián se levanta, cada día, a las 08:15 horas. “Primero le lavo en la cama y le cambio el pañal, y luego, el desayuno”. A las 09:15 horas, el autobús le recoge para llevarle hasta el Colegio de Educación Especial Pablo Picasso, radicado en el municipio complutense, donde permanece hasta las 17 horas. Cuando llega a casa, toca merienda y baño, un pequeño receso para continuar con la actividad. Los lunes y martes tiene cita en la capital para someterse a sesiones de fisioterapia, y los miércoles, toca psicopedagogía. “Los sábados, siempre que sea posible, le llevamos a la piscina, porque es muy positivo para sus piernas, aunque le puede perjudicar al pulmón”, afirma María Paz. Aunque el mejor de los tratamientos, es el cariño. Adrián tiene dos hermanas mellizas de nueve años, Alexia y Daniela. “Cuando sea mayor, compraré un chalet en Soto del Henares con cuatro habitaciones, y la más grande será para él (…), si a mi novio no le gusta, ya sabe dónde está la puerta, porque mi hermano es lo primero”, cuenta una de las pequeñas. Ambas le dan mucho. Pero reciben por igual. Los abrazos y los besos son una constante. Y para sus padres, sin duda, este vínculo implica una esperanza ante un futuro que genera preocupación. “No me gustaría que terminara en una residencia, pero tampoco queremos que sea una obligación (…) Confiamos en ellas, le quieren, le cuidan”, dice su madre.

Y los abuelos también ‘juegan’ un papel fundamental. “Mi padre se jubiló con 73 años, levantándose a las 02 de la mañana para ir a Mercamadrid y con problemas de corazón. Todo lo hizo por nosotros, por estar ahí, por ayudarnos. Ambos se desviven por él, nos apoyan en todo, están a nuestro lado, y me siento muy orgullosa de ellos, son todo un ejemplo”, relata María Paz.

ADRIÁN… “ÉL ME MANTIENE EN PIE”
“Es lo mejor que me ha pasado en la vida”. Así resume María Paz qué es y qué significa para ella su primogénito. Luchador, guerrero, un campeón. Adrián lleva la sonrisa por bandera. Es fuerte. Saca a flote su espíritu ‘peleón’ sin quejas.  “Él me mantiene en pie, es él quien me levanta, yo no le llego ni a los talones y no le cambio por nada”, comenta la aludida. Aunque sí guarda cierto pesar… “Veo a mis amigos con hijos de su edad y tendría que estar preocupada por otras cosas, por si llega tarde o estudia, por si fuma o ‘tontea’ con las chicas… y no me duele por mí, me duele por él”. Adrián es catedrático en la dura carrera de la vida. “Mi hijo me ha enseñado infinidad de cosas, aprendemos a su lado… nunca protesta, le pone ganas a todo”.

LOS RECLAMOS
“Las administraciones dan por hecho que, como va a un centro de Educación Especial, ya está todo hecho, y no es así. Si hay 90 plazas, son 250 los alumnos con diversidad funcional, y el equipo docente no puede, no llegan a todo, y tenemos que buscarlo por otro lado, porque mi obligación es ayudarle para que avance lo máximo posible”. María Paz tiene muy claro que las instituciones no cumplen con su función y toca salir a la calle para seguir reivindicando “algo tan sencillo” como parques infantiles inclusivos y adaptados a sus necesidades o exigir un colegio de Educación Especial “que sea público”.

Tilda la situación de “vergonzosa”. “La película de ‘Campeones’ ha tenido mucho ‘boom’, pero todo sigue igual, somos ciudadanos de segunda y, encima, tenemos que soportar declaraciones como las del ‘señor’ Arcadi”.

En resumen, la exigencia pasa por “más ayuda y más apoyo en general”.

COLABORA
La familia asume un gasto de 500 euros mensuales. Su silla costó 5.000 euros, y tendrán que adquirir una furgoneta adaptada para los desplazamientos que podría llegar hasta los 25.000 euros. Un cojín especial para su silla… otros 400 euros más.

Mi hijo me ha enseñado infinidad de cosas, aprendemos a su lado… nunca protesta, le pone ganas a todo

Los interesados en colaborar para tender su mano a Adrián y su familia pueden hacerlo con donativos en el número de cuenta: ES44 2038 2909 4130 0101 5509. Además, tiene ‘Fan Page’ en Facebook: ‘Todos estamos con Adrián’, o depositando teléfonos móviles en diversos puntos distribuidos por Torrejón de Ardoz, como Papelería Garabatos (calle Cristo, 3), Chuches Jasil (calle Madrid, 22) o en el Colegio Público La Zarzuela (calle Almagro).

Los taxistas de Madrid también se han sumado a su causa publicitando en sus vehículos esta campaña y, además, existe un grupo ‘teaming’: Teaming.net/ayudaaadrian-grupo.

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